GHINO GERARDO MALASPINA DEL CASTILLO
GENERAL PNP
DIRECTOR DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ
MENSAJE DEL SEÑOR GENERAL PNP GHINO GERARDO MALASPINA DEL CASTILLO, DIRECTOR DE LA DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA DE LA PNP
Es un privilegio dirigirme por este medio a todos los policías y ciudadanos en general; más desde una responsabilidad tan delicada y sublime como educar y formar futuros policías peruanos, capacitarlos, especializarlos y perfeccionarlos; haciendo de ellos mejores personas y estupendos profesionales al servicio de la sociedad, especialmente de quienes nos necesitan en los lugares más alejados de nuestra amada patria.
Estoy convencido que no hay otro mecanismo que no sea la educación para efectuar las grandes transformaciones que se pueda visionar en cualquier empresa, Institución, Estado o Nación; en tal virtud considero que esta es una brillante oportunidad para que juntos, conjuguemos ideas y esfuerzos corporativos para buscar alternativas creativas e innovadoras a fin de optimizar el rol de la Dirección de Educación y Doctrina de la Policía Nacional del Perú en el mejoramiento continuo de la calidad y excelencia del servicio Policial.
Que significa ser Policía. Sin duda, esta condición especial y rol tan gravitante significa abrazar este compromiso por vocación, porque se tiene la esencia y fibra interior del servicio por los demás, de la actitud de entregar incluso la vida en un lugar y día de trabajo cualquiera por la noble causa del orden, la seguridad, la paz y tranquilidad de su comunidad. Un miembro de la Policía Nacional del Perú debe destacar por ser justo, solidario, atento, cálido, empático, diligente; a la vez sereno y firme para ejercer el uso legítimo de la fuerza en nombre del Estado. También lo debe caracterizar la solvencia moral y profesional en el decir, actuar y obrar. Esa imagen del policía es la que infunde respeto, consideración y estima de parte de la ciudadanía.
En esa tarea estamos comprometidos y no cejará nuestros esfuerzos. Pero para alcanzar nuestro objetivo no es suficiente nuestro compromiso; es necesario contar con la participación activa de los policías del ayer, de los policías en servicio activo, de nuestros cadetes, alumnos y alumnas, de nuestros docentes e instructores policiales, para hacer sinergia en nuestras intenciones, pero principalmente a poner emoción, cariño, actitud y voluntad al componente educativo de nuestra institución. Ningún aporte es más sustantivo que el compromiso personal, que la voluntad que todo lo puede cuando quiere; ningún instrumento de cambio es más efectivo que la educación, que sea la educación la que nos lleve por mejores caminos, por objetivos más ambiciosos, por esperanzas más fácticas y por sueños más realizables.
Quiero pedirles que me acompañen en esta tarea, que las voluntades de miles de policías me ayuden y que siempre se vuelva la mirada sobre la educación para tenerla presente en el planeamiento organizacional a corto, mediano y largo plazo; impulsando y fortaleciendo la investigación científica y tecnológica para el mejoramiento permanente del servicio policial.